¿Por qué el aceite puede ponerse turbio?
Los colores del aceite de oliva son sorprendentes, desde verdes intensos a un oro que deslumbra. Todos estos matices vienen determinados por el tipo de aceituna y el filtrado al que se someta. Sin embargo, hay ocasiones en que nos encontramos en casa una botella de aceite de aspecto turbio. Automáticamente recelamos sobre su consumo y podemos llegar a desecharlo, o emplearlo para tareas que no tengan que ver con la alimentación. Aunque reciclar aceite está muy bien, y es lo que debe hacerse, ya que tirarlo es un auténtico crimen ecológico, es una pena desperdiciar un aceite apto para consumo por puro desconocimiento. Descubre por qué el aceite puede estar turbio y actúa en consecuencia. A partir de ahora lo verás de otra manera.
Aceite turbio, ¿sinónimo de calidad?
Cuando adquirimos algún aceite que tiene aspecto turbio no quiere decir que esté deteriorado o que su calidad sea menor. Simplemente hay en el mercado algunas variedades de aceite que se venden sin filtrar, por lo que el aspecto del producto es turbio. No tiene ninguna relación con su calidad, y tampoco con su consumo, por lo que tomar aceite de oliva turbio no va a poner en riesgo tu salud. Lo que otorga ese aspecto al aceite no son más que partículas en suspensión de la pulpa de la aceituna, ya que se trata de un aceite sin filtrar, por lo que lo que vemos es un aceite al que no se le han retirado esas partículas.
A medida que va pasando el tiempo, el aceite se va a clarificando y puede terminar tomando un aspecto parecido al del aceite filtrado. Las partículas se decantan y van al fondo. Si quieres recuperar el aspecto turbio de ese aceite solamente habrás de agitar suavemente la botella y ya lo tendrás listo.
Has de tener en cuenta que el aceite sin filtrar tiene menos tiempo de consumo preferente. Aunque se puede decir que el aceite de oliva bien conservado no caduca, conservará sus propiedades si lo tomamos en el plazo de un año. Con el aceite que no ha sido sometido a un proceso de filtrado este tiempo se acorta a la mitad, es decir, unos seis meses. Recuerda que siempre es recomendable guardar el aceite en lugares de temperatura estable y en total ausencia de luz. Si lo guardas en un envase de cristal transparente, mételo siempre en la despensa.
El frío y el aceite
Efectivamente, las temperaturas frías también alteran el aspecto del aceite de oliva. Habrás comprobado que cuando esto ocurre, el fondo de la botella tiene un aspecto muy diferente, con unos grumos blancos. Pues bien, tampoco supone ningún problema, ya que se trata de los propios ácidos grasos del aceite de oliva que se han solidificado y al ser más densos se van al fondo del envase. En cuanto se recupere la temperatura normal, volverán a estado líquido y el aceite recuperará su aspecto.
Por tanto, la causa de que un aceite se encuentre turbio es debida a que se trata de un producto sin filtrar. Posee las mismas propiedades organolépticas, aunque el sabor puede ser algo más intenso. Pero no cabe duda de que se trata de un producto para disfrutar.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!