¿Qué influye en el precio del aceite de oliva?
Quien conoce las propiedades y disfruta del sabor del aceite de oliva no tiene en cuenta el precio que tenga. Probablemente no exista un alimento que reporte tantos beneficios como el oro líquido, un auténtico lujo para el paladar. Pero el precio del aceite de oliva no es siempre el mismo. Si bien en España no suelen existir demasiadas variaciones si lo comparamos con otros países como Grecia o Italia, no siempre nos cuesta lo mismo. ¿Qué factores influyen en el precio del aceite de oliva? Estos son los más habituales.
¿Qué factores influyen en el precio del aceite de oliva?
En primer lugar, se debe tener en cuenta que el aceite es un producto agrícola muy diverso y, por tanto, expuesto a los inconvenientes meteorológicos. Una sequía prolongadas, heladas frecuentes o un temporal de nieve severo pueden dar al traste con gran parte de la producción. Si los cultivos de olivos se van librando de estos factores, la producción aumenta y, por tanto, el precio baja.
Costes de servicios en la producción
Los costes de producción del aceite de oliva, como es el caso del gasoil también determinan el precio. Un factor que tiene enorme influencia es el aumento del precio del gasoil, que a la hora de escribir estas líneas se encuentra en máximos históricos. A pesar de que el combustible agrícola cuenta con un precio más reducido para los trabajadores del campo, el incremento también se ha notado. Esto seguramente derivará en un aumento del precio que pagamos por el aceite cuando lo compramos en un supermercado, en una cooperativa u online.
En las almazaras también se producirá un aumento con el coste de la factura eléctrica, ya que toda la maquinaria empleada utiliza esta fuente de energía para trabajar. Un añadido más que lleva a que el precio del aceite de oliva pueda encarecerse en un futuro próximo.
Las grandes productoras de aceite de oliva lo tienen más sencillo a la hora de distribuir sus productos. Pueden aprovecharse de unos costes menores de distribución y de logística, algo que no está al alcance de las almazaras más pequeñas. Dependiendo de donde provenga el aceite, este puede tener un precio u otro. Esta es la razón por la que las marcas más conocidas que se venden en supermercados suelen ser más asequibles que las de pequeños productores.
Pero si hay algo que determina el precio final del aceite de oliva no es otro que la calidad. Actualmente podemos encontrar diversas variedades, desde el aceite de orujo, que es el más económico y que está indicado para gran cantidad de elaboraciones, hasta el aceite de oliva virgen extra.
Es lógico, a mayor calidad del aceite, mayor cuidado en la recolección y elaboración, el coste aumentará. Sin embargo, el precio del aceite de oliva es el tributo justo que se paga por un producto de una calidad incuestionable, beneficioso para la salud y que se encuentra de manera omnipresente en la gastronomía española y en la dieta mediterránea. El dinero invertido en aceite de oliva siempre tiene un retorno para el paladar y para nuestro organismo.
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