Aromatizar aceite de oliva: aprovecha estas ideas
El aceite de oliva es nuestro tesoro natural, fruto de la experiencia de años como potencia mundial en su explotación. Las diferentes variedades que podemos encontrar, ya sea picual, hojiblanca o arbequina. Por poner algunos ejemplos, permite disfrutar de matices diferentes. Los amantes de un sabor fuerte preferirán el picual, mientras que los paladares más delicados disfrutan del hojiblanca. Pero los matices del oro líquido no acaban aquí, aromatizar aceite de oliva es una forma de aportar nuevas sensaciones y sabores. Contando además con la ventaja de proporcionar el gusto que mejor nos convenga.
¿Qué es aromatizar aceite de oliva?
Consiste en aportar un sabor o matiz diferente gracias a la inclusión de algunas hierbas, especias o frutos. Tal y como apuntamos, aromatizar aceite de oliva nos brinda la posibilidad de hacerlo casi con cualquier cosa, pero los ingredientes más utilizados son:
- Hierbas aromáticas: romero, tomillo, hierba luisa, orégano, salvia o albahaca.
- Especias: canela, clavo, pimienta…
- Frutos: cayena, guindillas, cítricos, ajos.
El límite no existe, por lo que podemos aromatizar un aceite de oliva casi con cualquier producto. La única premisa que debemos seguir es que, tanto el aceite como el aromatizante, sean de primera calidad y que se encuentren limpios. Solo así conseguiremos un resultado que merezca la pena. Si usamos un AOVE de primera calidad, pero la rama de romero tiene restos de tierra, habremos estropeado la preparación.
Cómo se aromatiza el aceite de oliva
Existen diversas técnicas, pero hemos elegido las 2 más sencillas y que mejor resultado dan. Te las explicamos con detalle.
Aromatización fría
En ella, el aromatizante se agrega al aceite en frío, y se deja reposar en un lugar oscuro y fresco durante unos 2 meses. Muy importante que hagamos siempre cantidades pequeñas. Si el resultado no nos agrada, seria una pena consumir un aceite aromatizado que no nos gusta. Prueba con botellas de 250 mililitros de aceite. Meter unos ajos es siempre un aliciente para las tostadas del desayuno. El romero o tomillo vienen bien siempre con las carnes, y las especias son un campo abierto a la imaginación.
Aromatización caliente
En este método el aceite ha de tomar algo de temperatura. Pero hemos de ser extremadamente cuidadosos, porque si lo calentamos mucho, comenzará a descomponerse y no nos servirá para tomar en frío. Pondremos la cantidad de aceite de deseemos en un cazo junto que nuestro aromatizante. Calentar a no más de 50 grados, para ello emplearemos un termómetro de cocina. Una vez alcanzada esa temperatura, retiramos de la fuente de calor y envasamos en una botella de cristal. Dejamos 15 días reposando y ya podemos disfrutarlo. En este caso, el periodo de reposo es menor, ya que se ha liberado mejor los aromas gracias al calor.
Elijas el método que elijas, tendrás siempre un aceite con un toque diferente. Desde el atrevido picante de la cayena, que aportará vida a tus platos. Al frescor mediterráneo de la albahaca, que casará bien con una salsa de tomate casera. El olor a monte se hace presente con el romero y tomillo, ideales para preparaciones de carne. ¿Sabes ya cómo aportar un punto distintivo a tus aceites favoritos? Anímate a aromatizar aceite de oliva con nuestros consejos.
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